A DARK REBORN (LAST ECHO - 2023) - Análisis / Crítica / Reseña

Una de las propuestas nacionales que más ganas tenía de escuchar es A DARK REBORN, banda que debutó en 2022 con “My Light” un trabajo que albergaba gran belleza y frescura. Un trabajo con una mirada cautivadora y una portada que te hablaba de sus miedos e inquietudes.

Un debut que ha servido para sentar las bases de este segundo plato “Last Echo” que se ha construido por medio de piezas como si se tratara de un puzle. Los Ep’s “The Flight” y “Ritual” junto con tres canciones más han consolidado este segundo capítulo, más desarrollado, mejor elaborado, cargado de más frescura y de un sonido más sólido y distintivo.

Me alucina ver como la banda ha dado un golpe sobre la mesa con respecto a su debut. Nada que ver con el antes, y el ahora. “My Light” pese a su identidad se perdía en algunos planos sobre todo a nivel compositivo, aquí las ideas están mejor expuestas y la narrativa musical está mejor construida. Es algo que se siente, desde los primeros compases de “The Flight” ya se ve una re-evolución brutal en sonido, producción y composición.

Y pensar que había seguido de cerca la carrera de Lur cuando militaba en las filas de Morphium, pero verla ahora con su proyecto propio me hace sentir orgulloso de donde ha llegado y como ha crecido musicalmente.

Este trabajo de A DARK REBORN me gusta mucho, mucho más que su trabajo anterior. Desde la portada que es todo un acierto con ese toque de ciencia ficción, o el videoclip de presentación con el tema “Ritual” que destila fuerza/rabia de poner los pelos de punta. El solo hecho de ver a Lur berrear en esta canción, me ayuda a sacar el nervio que llevo dentro, y hace que lo disfrute más intensamente. Algo que me ha dejado muy sorprendido es la unidad de la banda y como se compenetran en todo momento. Me gusta cuando salta la chispa y todo eclosiona de tal manera que la explosión de matices y melodías te inyectan grandes dosis de energía.

La unión hace la fuerza, pero que fuerza, que portento, que caña de canción “Ritual”. Además cuidando hasta el más mínimo detalle. El videoclip de este tema lo podéis ver a continuación, y si os gusta, os animo a escuchar el disco completo porque no tiene desperdicio.

Curiosamente “Ritual” y “The Flight” son dos temazos y ambos son los títulos de los dos Ep’s que la banda lanzó previamente. Este tema “Ritual” cuenta con la colaboración vocal de Daniël de Jongh (Crown Compass, Black Nazareth y ex-Textures). Además la dupla formada por Lur y Daniel expande su intensidad a lo largo de la canción, desembocando en una explosión de ideas, matices y un vínculo muy poderoso.

Pero el disco es más que eso, en cualquier momento te deja sin aliento. A estas dos pistas hay que sumarle otro buen puñado de temas, “Illusions” con un inicio muy colorido, corte de guitarras redundantes y una dualidad vocal donde Lur vuelve a sobresalir dejando algunas guindas y aderezando el corte con una capa finísima de teclados que actúa como telón de fondo y que sirve para energizar un estribillo que actúa como el motor de la canción. 

Le sigue “Keida” y una intro abstracta que me ha hecho volar la imaginación. Me encanta cuando los temas son capaces de llevarte a otra dimensión. Esa sucesión de teclados y guitarras hacen que la melodía del comienzo se vuelva parte del conglomerado central. Canción bien estructurada, pegadiza, cargada de garra, fuerza bruta y unas melodías de teclado que dejan huella.

Seguimos con otra pieza muy trabajada, le toca el turno a “Last Echo”. Ese susurro inicial narrado le sienta muy bien. Temazo de medio tiempo donde sobresalen las notas de guitarra y los punteos, así como las teclas. Denis y Thomas desarrollan un nexo mutuo que fortalece al resto de componentes, recreando una oda intimista y evocadora con una voz susurrante, entusiasta y versátil. Es increíble que en apenas tres minutos y poco, sean capaces de plasmar tantas ideas y tanto sentimiento. 

UN DISCO MARAVILLOSO, REPLETO DE GRANDES MELODÍAS Y MEJORES COMPOSICIONES. FÁCIL DE ESCUCHAR, MELÓDICO, CONTAGIOSO Y ADICTIVO.

Llega el turno de “Delirium” y una sensación extraña parpadea en mi cabeza, es como si me viniera de repente un remolino de luces nubladas que me atraviesa. La ecléctica intro y sus burbujeantes riffs junto a la penetrante cuchilla vocal de Lur, ejercen una presión muy fuerte sobre mi pecho. Otro temazo que supera a todo lo visto anteriormente en este conjunto. Ejercicio de técnica donde veremos ese MeloDeath de corte más retorcido, aunque decir Melodeath es quedarse corto, en A DARK REBORN hay de todo tipo de sonidos e ideas, hay incluso breakdowns que han sabido implementar muy bien y que veremos en el siguiente corte con mayor precisión. La voz es tan cambiante que nunca verás dos temas iguales, y eso hace que este disco gane en proporción con respecto a su predecesor.

Llega la recta final del disco con “Levitating the Void”, “Dark Matter” y “Hopeless”. A cada cual mejor. En verdad, me faltan palabras para describir cada una de las canciones. He intentado esmerarme lo más posible y estar a la altura. Pero estoy emocionado por encontrarme un disco tan profundo, tan maduro, tan entero y tan completo.

“Levitating the Void” (que temazo) me incita a recorrer los confines del espacio con ese casco de astronauta y una mirada puesta en el horizonte final. Grandes ideas para uno de los temas más guerreros de la obra. Otra mención para la sección rítmica, Iván al bajo y Saül a la batería congenian a la perfección; el tema goza de un gran poder en su inicio y poco a poco va adentrándose levemente en senderos más tranquilos, tenues y calmados. Además la guitarra solista marca su punto álgido, dedicándonos alguna lindeza auditiva que todavía no consigo quitarme de la cabeza. 

Penúltimo tema; “Dark Matter” zigzaguea en su apertura con unas armonías de guitarra luminiscentes y con la voz de Lur endulzando el entorno. Un tema fuerte y vigoroso que cuenta con una guitarra retorcida, rugiendo a la par con los guturales. Hay momentos donde estas guitarras se adentran en otras sendas, llegando incluso a coquetear con el rollo Middle Eastern. Véase el minuto 1:48, que belleza de riffs melódicos. Musicalmente esta obra de A DARK REBORN es uno de los discos más llamativos y que más me han sorprendido este año a nivel nacional. Cada canción desemboca en diferentes variables según la tónica y su concepto. Pero me sorprende la capacidad de la banda para alternar entre melodías y voces de distinto formato y que encajen tan bien.

La pista “Hopeless” se pronuncia con una entrada aterciopelada donde Lur nos habla de desesperanza. Tema que empieza suave y que vuelve a acariciar el alma. Un gran final con un inicio espectacular que desentraña partes rítmicas aplastantes con pequeñas guindas vocales que emanan belleza y que con el acompañamiento del piano, endulzan un final imponente para el disco.

Un disco maravilloso, me ha encantado y he conectado con él en todo momento. Lo mejor, la satisfacción de ver como A DARK REBORN ha llevado su propuesta a otro nivel superando distintas barreras. 

Siempre lo digo y lo vuelvo a remarcar, hay mucho talento en nuestra escena nacional, sólo hay que abrir los ojos y darse cuenta de ello. Apoyen la escena, y apoyen a las bandas pequeñas, solo así bandas como A DARK REBORN podrán seguir su camino y ofrecernos más material de esta calidad en un futuro próximo.

SELLO: ART GATES RECORDS

NOTA: 8.5/10

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AUTOR: FRANCISCO ROMÁN (TWITTER)

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