ASHA (THE WORLD BELONGS TO THE BRAVE - 2025) - ANÁLISIS / CRÍTICA / RESEÑA
Si tuviera que definir el regreso discográfico de ASHA de alguna forma lo tildaría de impresionante. Creo que han vuelto los mejores tiempos de Kike, y eso se ha visto reflejado en un disco que es como una acuarela en movimiento. Musicalmente vertiginoso y despampanante a nivel rítmico.
Kike Caamaño es un maestro de la guitarra, siempre está inventando y reinventándose. Un tipo humilde, cercano, buena gente y un genio tocando, componiendo, creando. Muy tapado, quizás más de lo necesario, pero un músico de la vieja guardia de los que ya no quedan, super talentoso, creativo y polifacético. Músico que reside en Fuengirola, Málaga, y que lleva desde finales de los 80 editando discos, previamente con otros proyectos y actualmente desde el 92 con ASHA. Y este 2025 ha editado “The World Belongs To The Brave” un disco clásico, pero que se adapta a los nuevos tiempos, pero con ese aire genuino que lo hace auténtico y diferente.
Kike toca desde Heavy pasando por Hard Rock, Rock Progresivo, clásico, virtuoso y muy técnico, incluso alternativo, se atreve con todo en este “The World Belongs To The Brave”. Un disco que busca la versatilidad con un mensaje claro; rodéate de lo positivo y deja a un lado lo negativo; no te aferres al pasado; navega con el presente y deja fluir tus ideas. Letras que hablan de desamor, letras que hablan de autoengaño. Temas que están en el día a día de cada uno y forman parte de nuestra vida.
Este disco de ASHA es bastante extenso, pero merece la pena su escucha y te aseguro que te sorprenderá. Yo, siendo honesto no estoy muy familiarizado con algunos sonidos que hay en el disco y ha sido toda una aventura. Me he dejado llevar y he vivido con la misma intensidad con la que Kike doma las melodías en cada canción.
En “Here There & Everywhere” unos chispeantes acordes de guitarra energizados nos dan la bienvenida. Un comienzo fresco. Un tema que me ha hecho recordar a otros artistas o genios de la guitarra clásicos, se me vienen nombres tan importantes como Steve Vai, o incluso bandas de los 70 más enfocadas en el Rock Progresivo clásico. Un tema vigoroso con un enfoque vocal añejo y lo mejor de todo es que es una composición muy accesible, fácil de escuchar y que en seguida te atrapa. Gran comienzo para no perder el hilo.
El mejor comienzo para dar pie a “The Other Side” que viene catapultado por un rasgueo electrizante de guitarra y una batería galopante que te atropella sin remedio. Me gusta mucho el sentimiento guerrero que tiene la canción y el ritmo tan energizante casi desbocado que presenta. La letra te anima a que tomes el control de tu vida, a que no te detengas, como si una voz interior te hablara. En el minuto 1.42 toda la maquinaria se detiene en seco para entrar un hemisferio sonoro más clásico, la guitarra vuelve a calcar el inicio del comienzo de la canción, pero sin la batería y rasgando todavía más; pasando así a un solo de guitarra de esos que cortan la respiración. Tema complejo, super dinámico, enérgico y con esa voz de Kike que rasga por dentro y con un mensaje imponente que deja una reflexión importante.
De “Aesthetics Of Fear” podríamos decir muchas cosas, pero es una de esas pistas imponentes que te deja con la boca abierta. La intro simula un teclado y sirve de antesala para su complexión mastodóntica. Un envoltorio lleno de ritmos asombrosos, en algunos casos inverosímiles y difíciles de definir como para reseñarlos con la mayor exactitud. Es mejor escucharlos para entenderlos. Un tejemaneje de técnica, versatilidad y electrocución fascinante. Me gustaría saber que quiere transmitir Kike en esta canción, pero a mí me lleva a otra dimensión desconocida, a vislumbrar por primera vez esos mundos imaginarios que a veces la mente recrea sin remedio, el caos, la destrucción fortuita, el miedo que te corrompe y no puedes medir. El atropello constante de su batería se acopla con una guitarra rugiente que no para de escupir armonías fragmentadas que ponen mi cabeza en ebullición. Es fuego lo que me encuentro, una explosión de ritmos bravíos. Una pieza profunda llena de carácter, la primera pieza instrumental y una de las composiciones más explosivas que ha creado el músico malagueño que yo recuerdo haber escuchado de él.
Después de esa fisura estacional; vamos con algo más clásico o no, es lo que parece al inicio, pero también tiene su miga. “My wild romance” es entrañable y Kike vuelve a cantar desfogándose con un estribillo amable y encantador. Una pista con un cuchicheo de guitarra que refunfuña de tal forma que es como si te hablara. Esa base de guitarra es como el terciopelo, te acaricia y te eleva con suavidad. Muy acaramelada y contiene un dulzor que asienta una base y de ahí salen todo tipo de solos de guitarra con diferentes giros de intensidad. Un teclado que hace su efecto con la esencia del progresivo. Y vuelta a empezar, el estribillo es la clave, pese a que es una canción menos compleja, también contiene su grado de complejidad. Pero la parte que se repite hace que sea más fácil de calar así de primeras. Y yo en lo personal tengo un Deja Vu con este tema, me recuerda a algunos clásicos del rock alternativo de los 90. En lo lírico habla de amor y desengaño.
El tema más heavy de todos es “Wandering Soul”, pero que no os engañe, es más que heavy, hay prog rock clásico y ese espíritu guitarrero de artistas como Satriani, Van Halen y otros. Un hervidero de adrenalina y eficacia. Sonidos llameantes con un desarrollo instrumental a la altura de los más grandes. Quizás sea el punto más álgido de la obra, su desarrollo a nivel instrumental y la forma que tienen las diferentes partes de enlazarse al unísono y compactar hace que todo se sienta como una fuerza poderosa. En este disco, todos los temas siguen una dirección parecida pero no igual; algunos son valientes y otros más arriesgados, pero todos se diferencian entre sí, además hay más innovación que en otros trabajos de Kike y eso le añade un plus.
“Wandering Soul” de 8 minutos, es uno de esos temas que tiene de todo un poco, hay incluso una parte de piano lenta con guitarra acústica y un añadido atmosférico que es una delicia. El preámbulo antes de este detonante, en el minuto 3:55 donde las guitarras energizan con gran impulso; derivan en ese piano lleno de sensibilidad que tanto quiero recalcar. Es un tema que enamora y donde Kike se ha empleado a fondo. Hay algo desgarrador en su letra y también esperanzador.
El siguiente instrumental del disco titulado “Dreamland” que traducida sería algo así como la tierra de los sueños; no es más que diversión asegurada con la guitarra como principal protagonista. Y sorprende que un señor que lleva editando discos casi cuatro décadas después, siga poniendo los pelos de punta. Impresionante y que hermoso instante el del minuto 2:24, entonando unas melodías que es delito no remarcarlas; belleza pura.
La antepenúltima pista “Harvester Of Elegies” te sacude con otra elaboración metódica. Como si de un alquimista se tratara, Kike inculca conocimiento con su forma de tocar la guitarra, sus giros y su mentalidad son parte de una calidad exuberante. Y es un gustazo seguir el curso de los acontecimientos, lo que cuenta la letra y la forma de entrañar todo tipo de sensaciones. Me gusta mucho este tema por lo que supone y por lo que dicta en su significado.
En “Ties Of Friendship” hay algo de magnetismo diferente con respecto a otros temas. Si bien, su inicio es vivaz y brilloso. La voz adopta una forma más calmada; y nos va acompañando hasta que en un momento de la canción; entran en erupción unas melodías de guitarra muy llamativas; a posteriori segundos después vuelve a mejorar la canción y nos entrega una de las partes de guitarra más espectaculares, emotivas y pegadizas del álbum. Os recomiendo escucharla (con atención) porque es un verdadero disfrute.
Finalizando el disco, llega “The World Belongs To The Brave” la pista que da título a la obra. 17 minutos nada más y nada menos. Es muy difícil hablar de una composición tan extensa en pocas líneas. Sólo diré que me ha fascinado, desde su intro espacial hasta sus ritmos intrincados. Este tema que traducido sería algo así como “El mundo pertenece a los valientes” es un torbellino de soltura, manejo y facilidad creativa. Tiene todo ese genio reivindicativo que posee Kike Caamaño y que siempre ha demostrado con su música.
“The World Belongs To The Brave” es una composición flipante, no tiene parte mala o desaprovechada, es un ir y venir de cambios llenos de contrastes y es también la pieza que da título al disco. Kike la finaliza con poniendo toda la carne en el asador. Sus 17 minutos de duración dan para mucho. El tratamiento vocal es mejor de lo esperado, igual que las guitarras con la fuerza que albergan. Empieza muy sosegada y conforme avanza, va marcando sus propios límites. Cada minuto o cada dos minutos, encuentras algo que la hace interesante. Y así durante todo su recorrido. Es muy cambiante y camaleónica.
Kike demuestra de lo que es capaz y en esta ocasión presenta un disco muy elaborado. Ya en el pasado pude disfrutar las canciones de este luchador incansable junto con su otro colaborador Jacob Poulsen que aquel tiempo se encargaba de las voces, ahora es Kike el que se ha puesto al frente, y en verdad, su voz ha compactado muy bien con la música.
Yo lo digo, pese a haber estado ausente de su música, Kike me demuestra que no ha perdido ni una pizca de magia o de talento. Sigue creciendo y sigue convenciendo. Un disco inteligente lleno de emoción y con una personalidad arrolladora.
Sobre estas líneas, tenéis un ejemplo de lo que Kike es capaz de hacer con su guitarra. Espero que disfrutéis de este álbum hecho con el corazón. Un disco donde el coraje lo es todo para enfrentar esos retos y esas situaciones difíciles que nos atormentan día a día.
Gracias por todo maestro!!!
SELLO: INDEPENDIENTE
AUTOR: FRANCISCO ROMÁN (TWITTER)







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