BIG BANG (CAUSAS NATURALES - 2023) - Análisis / Crítica / Reseña
“Causas Naturales” es una de las obras más corpulentas y variadas que los catalanes BIG BANG han compuesto a lo largo de su ya dilatada trayectoria. 5 discos los avalan, y este último lanzado en Diciembre de 2023, es una de sus mejores bazas, construido a base de tesón, pasión y ganas de superación. Un Rock Metal constituido por melodías y armonías de todo tipo con letras que te harán quebrarte la cabeza.
Un disco “Causas Naturales” cargado de pasajes progresivos, elementos acústicos y elementales. Disfrazado de una diversidad radioactiva que entrega momentos de nostalgia, así como temas con más nervio, garra, fuerza donde nuestro amigo Manuel Rubiales se muestra cada vez más en forma. Su voz se adapta a todo tipo de terrenos y cambia de tonalidad en cada composición, algo plausible, ya que propone un viaje amplio en todos los sentidos. Además las melodías se entretejen de forma elaborada, coloreando los temas con todo tipo de ritmos y esquemas que en ocasiones rozan la complejidad. Hay temas más calmados, otros con más gancho, con estribillos potentes como reza el corte “A quien le temes” del que hablaremos más adelante.
Pero vayamos por partes, un disco de BIG BANG que ha tardado en llegar, la espera se ha hecho larga, pero ha merecido la pena. Y este es uno de esos trabajos meticulosos y mimados hasta el más mínimo detalle. Si te gusta el Rock o Metal Alternativo, así como el Rock Progresivo clásico y el más moderno, este es tu sitio. Quédate, vas a quedar eclipsado. Porcupine Tree, A Perfect Circle, Tool, Rush son algunos de los nombres que se podrían contar como influencias clave para entender el sonido de los barceloneses. Pero no son los únicos, ya que la amalgama de sonidos, estilos, e influencias va más allá, cada composición es un mundo diferente al anterior, lo mismo que pongo esos nombres, pongo a otros grandes como Led Zeppelin, David Bowie, Rage Against the Machine, Incubus, Leprous, e incluso DEEP PURPLE.
Es imposible definir la música de BIG BANG en una sola palabra, porque cada canción es una pieza que encaja en un todo. El resultado siempre ha sido muy personal desde que debutaron en 2010. 13 años después, tenemos su trabajo más maduro y el más equilibrado.
El comienzo del disco propone emociones fuertes y así lo atestigua la pista principal “Irreal” con esos ritmos proporcionados envueltos en la exaltante voz de Manuel. Un tema que echa a volar nuestros límites, el sentimiento contundente que dejan las guitarras de Fran Rubiales tras su potente riff de inicio actúa como una hecatombe en mi cabeza, y me adentra en un cosmos de excitación hasta la llegada del estribillo. Una de las partes más competentes de la canción es esta, ya que Manuel se muestra emocionado y su voz llega a lo más profundo del subconsciente. Pero es que se suceden los minutos, Fran se atribuye el mérito de dejarnos sin habla allá por el minuto 2:17 (después de un gran solo de guitarra) hasta el minuto 2:32 que emerge con más intensidad tras la llegada del bajo de Frederic y sus burbujeantes soplos de aire fresco, o la batería de Siscu que redobla a la par que Manuel eleva el tono para terminar la canción con un final por todo lo alto.
Después de este subidón, le toca el turno al siguiente tema "Arde". La introducción me hace recordar a esos comienzos industriales a lo Fear Factory con ese silbido y esos sintetizadores de fondo. Protuberancias eclécticas propias que van al compás de las candentes guitarras, la batería compacta, o ese bajo membranoso, exaltante y escamoso. A todo esto hay que sumarle el tono enfadado de Manuel que mete unos rugidos de cuidado. Canción que ha conseguido ponerme la piel de gallina y que cada vez que la escucho la vivo con más intensidad. Su fuerza tan característica está determinada por la energía enferma que posee. Más de una vez he saltado con esta canción, vivirla en vivo tiene que ser muy intenso.
Siguiente. Tic con las baquetas y un torbellino de riffs amurallado con redobles incluidos abren paso a ese temazo denominado “Punto y Final”. Los BIG BANG más duros están de vuelta con otra carta ganadora, una pista que habla de nuevos caminos, nuevas andanzas. Llevado por el nervio, Manuel nos vuelve a intoxicar con su prodigiosa voz y la oscuridad que la envuelve. Mientras tanto, el plano instrumental se va agrandando por el dueto formado por bajo y batería que está de diez, es una cosa espectacular para los que nos gusta el sonido del bajo, como electrifica la canción con todo tipo de malabarismos, o como la guitarra en el minuto 3.15 te eleva a otro plano con un solo de guitarra para enmarcar. Me quedo con esta parte de la letra que dice “Fácil, no es fácil….” Y yo señalaría, no es fácil llegar hasta aquí y en verdad, llegar y besar el santo no es tan sencillo. En el caso de BIG BANG son años de andanzas y luchas, pero el reconocimiento adquirido se debe a la lucha y la constancia.
BIG BANG es diferente a todas las bandas que he conocido en más de 20 años reseñando discos. Cada disco ha sido un soplo de aire fresco, un viaje incierto por este desierto inmenso. En este viaje, montañas se han asentado en medio de la nada, y gigantescos colosos han ascendido desde la tierra hasta el firmamento. “Causas Naturales” es uno de esos colosos, un pilar cargado de energía brillante que desprende luces, sombras y rayos de riqueza sonora.
En este quinto capítulo, todo se rige bajo un patrón establecido, la personalidad de Manuel es importante y de cara a su evolución, tenemos pistas trascendentales, algunas más experimentales y otras más emotivas. La que sigue a continuación “Como el viento” es una de mis favoritas del disco. No consigo describir con la pasión suficiente lo que esta me consigue transmitir. He dado muchas escuchas al disco, más que ninguno otro de BIG BANG, y me sigue alucinando la capacidad creativa del conjunto catalán, como las guitarras de Fran Rubiales dibujan todo tipo de armonías, algunas parecen los graznidos de un cuervo en mitad de una noche escarlata. Como el bajo de Frederic Torres que expulsa burbujas y como las cuerdas de su instrumento se ruborizan ante la guitarra. Ambos instrumentos edifican una fusión centelleante de estrellas y un arcoíris repleto de luminosidad en un día nublado. Preciosa brizna de colores azabache la del minuto 1:06 en adelante. Esa parte es como estar flotando en medio del vacío cósmico. Es imposible no enamorarse de este momento que encima me recordó a uno de los genios más grandes que ha dado el Prog de los últimos años, Steven Wilson. Ver aquí representado su arte por medio de diferentes patrones musicales que me recuerdan a él, es todo un regalo para los que amamos la música de este genio.
“Como el Viento” es un tema efervescente que con sus rasgos distintivos dibuja patrones de diferentes colores a través de punteos luminiscentes, es un tema que me arrastra como espectador y me hace viajar al páramo más desolado que existe, el desierto de la portada. Un resplandor musical que navega como el viento, que va directo al corazón y que ya tengo en mi lista personal como uno de los mejores temas que ha compuesto BIG BANG en toda su carrera. Ese vaivén del viento, ese rugir de la guitarra, y esa brizna de fondo es absolutamente embriagadora.
Pero no todo termina aquí, la influencia del Blues, o del Rock de los 70 se percibe en cada giro. Incluso el Rock moderno, o incluso el Nu-Metal. Musicalmente parece ambiguo, pero suena moderno. Además viene acompañado por ese adorno de música clásica que si lo escuchamos con atención, se dibuja en los diferentes patrones de la canción, sobre todo cuando la voz de Manuel hace acto de presencia en el estribillo.
De la energía tan emotiva, pasamos a la dureza compacta de “Vértigo” del que hay un videoclip. Otro temazo con un nervio totalmente diferente. Ver a Manuel tan enloquecido en su forma de cantar, me hace pensar que estamos en una etapa diferente de la banda, aunque esa faceta no es nueva precisamente, ya se pudo ver con anterioridad. Pero en este disco, veo un cambio de dirección más acorde a los nuevos tiempos y acorde a esas propuestas que en cierta forma han marcado el surco de los acontecimientos. Es hasta contradictorio, porque es como si me hubieran leído la mente antes de componer el disco. Me siento identificado con cada uno de los temas del disco y con los sonidos aquí presentes, emocionalmente su impacto en mí es muy fuerte, musicalmente es una bomba ácida de emociones fuertes, sensibilidad y astucia. “Vértigo” que me voy por las ramas es el tornado que arrasa con todo, la voz rugosa de Manuel se vuelve casi demoníaca y envenena con su talante transgresor. Si antes teníamos al Manuel más emotivo, ahora tenemos una especie de Mr Hyde rabioso y enfermo. Tema afilado, potente y desgarrador, conducido por la imponente batería de Siscu Carrasco, que no lo nombro mucho, pero menudo derroche de energía, y técnica que imprime en cada canción.
Llega el turno de “A quien le temes”, tema compuesto íntegramente por el bajista Frederic Torres. Es un tema que no muestra todas sus cartas hasta que avanza un poco, pero que promete emociones fuertes. Ver a Manuel cantando es un deleite. Los fraseos de bajo y guitarra reflejan un vendaval de talento excepcional. Un tema donde la envergadura importa. Es imponente, pegadizo con un estribillo explosivo, cuidado y con una letra que da mucho juego en torno al concepto que yo interpreto del disco. Es elástico, envolvente y complejo, su inicio tiene un recubrimiento progresivo cálido que le otorga una fortaleza que otros temas no poseen. Sus cambios de ritmo están muy medidos, y es de esos temas que lo pones, y quieres volver a escucharlo en bucle sin parar.
Con “La Gravedad” llega la experimentación y lo que parece una voz robotizada. Es un tema muy a lo Gary Numan con un inicio extraño, como si estuviéramos en otra realidad. No es de esos temas que descarrile o que quede en un segundo plano. Enseguida localizas su fondo, su fragilidad, su oscuridad y su fortaleza. Rítmicamente está muy currado y tiene un plano artístico que bebe del Rock moderno más vanguardista, en sus adentros explota una dureza que si lees con atención la letra, descifrarás un mensaje contundente de mucho peso. He quedado eclipsado con esta composición.
El siguiente es “El Tiempo no es eterno” que tira de un Rock alternativo más acorde a los inicios. Tema lleno de contrastes, construido a base de punteos sofisticados y algún solo de guitarra más virtuoso. Yo diría que es el tema más convencional del disco, y uno de los que menos arriesga. Es el más correcto si tuviera que puntuarlo con nota, pero también uno de los más compactos y que en vivo puede dar mucho juego.
Dupla final para “El Capitán” y “Mi Sombra”. Dos temas que brillan por su contraste y por el sabor que dejan en el paladar.
En “El Capitán” tenemos un enfoque más musculoso en comparación con el tema anterior. Esa intro de medio oriente nos presenta un tema que no es lo que parece, y nada en BIG BANG lo es. El oasis en medio del desierto siempre es un oasis difuminado hasta que te acercas y aprecias lo real de lo irreal. En esta ocasión pasa un poco lo mismo, el tema empieza muy de esa manera, pero poco a poco va mostrando sus verdaderas cartas. Y eso es lo bonito de esta formación. De un tema que empieza de una forma afrodisíaca podríamos decir, se pueden sacar diferentes similitudes de otros estilos, e influencias de otras bandas. Siempre me ha maravillado esta pasión de los catalanes por tomar de aquí y de allá, y formar un todo en conjunto, pero siempre con un mensaje potente de fondo que te haga pensar y darle vueltas al coco. “El Capitán” es otro de esos temas que yo destacaría por encima del resto. No hay más que trasladarse al minuto 3.45 (hasta que Manuel habla de la Prisión) para sentir las heridas de esta cárcel de cristal. La emoción a flor de piel, me gusta cuando la banda es capaz de transmitir tanto sentimiento en tan pocos minutos. La unión de bajo y batería es el ejemplo de cómo funciona la mecánica musical o eje motor de BIG BANG. Y aquí podremos verlo representado de una forma más densa, con sus respectivos giros y algún apartado menos rebuscado, pero con el enfoque con esa intro del inicio, remarcada una y otra vez.
Llegamos al final con “Mi Sombra” que tarda en arrancar y navega con ritmos contagiosos a base de punteos, con una cobertura de bajo y batería impactante. Aquí veremos la evolución vocal de Manuel y como su desgarro vocal ha mutado pero sin llegar al gutural, rozando levemente el nervio más agresivo del disco poco antes de dar caza al estribillo. Un delirio emocional donde voz y música se conjuntan a la perfección, cuadrando una dupla muy compacta. Músicos que por un lado llegan a emocionar con sus instrumentos, y voz que una vez que hace impacto en la diana, genera emociones varias. “Mi Sombra” es la talla perfecta para un disco redondo. Metal Alternativo sofisticado, complejo, diverso y muy ingenioso. Para los que nos gusta la música sin fronteras, este disco es de esos que no se ven todos los días.
Si has llegado hasta este punto de la reseña; déjame decirte una cosa. BIG BANG ha sorteado muchos baches para llegar aquí. Este trabajo “Causas Naturales” no se genera de la noche a la mañana como por arte de magia. Yo veo mucho trabajo, esfuerzo y dedicación. Y solo por eso, por el cariño y respeto que tengo hacia la música; no podía dejar escapar la oportunidad de reseñar un disco que me ha marcado tanto a nivel personal.
METAL ALTERNATIVO SOFISTICADO, COMPLEJO, DIVERSO Y MUY INGENIOSO. PARA LOS QUE NOS GUSTA LA MÚSICA SIN FRONTERAS, ESTE DISCO ES DE ESOS QUE NO SE VEN TODOS LOS DÍAS.
Esta reseña es fruto de la emoción, por eso he tenido la necesidad de explayarme a gusto y narrar con libertad y sin miedo, opinando abiertamente todo lo que hay en el disco. A veces ocurre todo lo contrario, y reseñar se vuelve difícil y complejo, porque las palabras no salen. Pero cuando reseño algo que me ha llegado a lo más hondo, no lo hago como una obligación, lo hago por pasión y por respeto a la banda. Para que se conozca el fruto de su trabajo y esfuerzo.
Por ello y esto es opinión mía personal; pero este disco de BIG BANG es especial, es el mejor de su carrera, no me da miedo decirlo, porque así lo siento. Es el más maduro, el más creativo y el más completo, pero también el más vivo y sagaz. La banda ha madurado y así lo ha expresado en esta ocasión. Reconozco que lo tenían difícil, porque con su debut “Sin Renuncia a la esperanza” me dejaron muy sorprendido, con “Diez Tragos” volví a ver a unos BIG BANG muy fuertes, igual que “Vacío” que fue su joya más preciada. En “Permeable” estaban decididos a dar un paso más. Pero es que “Causas Naturales” vuelve a ponerles en el punto de mira. Lo de ser más o menos conocidos, ya es otro cantar. Pero a día de hoy, no he escuchado nada parecido a “Causas Naturales”.
Se tiene el duende o no se tiene, y Manuel Rubiales lo tiene. Así de simple. Ya son muchos años comandando este proyecto y la calidad se palpa en cada composición. “Causas Naturales” es para mí, el mejor trabajo de BIG BANG hasta la fecha, y uno de los mejores discos de 2023 a nivel nacional.
SELLO: SCARIFIED RECORDS
NOTA: 9,5/10
AUTOR: FRANCISCO ROMÁN (TWITTER)
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